Un nuevo modelo [Kaya]

Gracias al chiquillo de morado se habia quedado sin celular, objeto muy importante para el, ya que toda su familia se encontraba en Rusia y era la unica manera de contactarse cuando quisiese con ellos, y más teniendo todo en él, desde los números mas importantes de la mafia hasta su conexion mas rapida a internet.

Caminó a paso firme hacia una gran tienda de tecnología, que lo de grande tambien era por sus grandes precios, alcanzables solo por familias muy adineradas, y niños muy consentidos. Había decidido comprar el modelo de siempre, era su regalón y facil de usar, por lo que de por si iba un tanto feliz a realizar la compra. No obstante, antes de entrar a la dichosa tienda, se percato de una chica de cabello albino al igual que el en una tienda cercana de ropa. Titubeante, desvió el camino y se acercó a la vitrina, observando a la muchacha desde allí.

Había doblado 56 camisas en total durante el día. Kaya odiaba cuando la gente recogía todas las prendas que se les daba la gana, probárselas, impregnarlas con su sudor y finalmente no comprarlas. Eso solo le fastidiaba el trabajo a Kaya y lo hacía más tedioso de lo que ya era.
Levantó la vista para despejarse un poco del aburrimiento, cuando se percató de la mirada penetrante de un joven con una cicatriz en la cara.

oh.. me vio pensó sin saber si estaba nervioso por ello o no, en general cuando miraba fijamente a alguien le importaba un comino si esa persona se sentia observada o incomoda.

Comprar un par de polerones no estaria mal entro mirando a su alrededor, en realidad la tienda no tenia ropa que a el le agradara, pero la chica le habia llamado la atencion y no perderia la oportunidad de hablarle. No todos los dias ves albinos circundando a tu alrededor.

Se detuvo en la seccion "dark", donde la mayoria de la ropa venia con capuchones y cosas agresor como cadenas o estampados de macho bien macho. Miró nuevamente a la peliblanco, mientras sacaba una prenda random

-esto cuanto sale?- pregunto mientras arrancaba el precio de la etiqueta de forma cautelosa, con tal de tener una excusa para dirigirle la palabra

"Si tienes tiempo de arrancarle la etiqueta supongo que lo compraras." dijo mal humorado. Si, se había fijado en que le arrancó el precio, quizás se le habría ocurrido un mejor sarcasmo, uno un poco más seductor, pero la fatiga le ganaba.
Le costaba mantener los parpados arriba mientras miraba directamente la cara del chico, claramente, el sabía llamar la atención.

-fu~- rio para si, le habian descubierto y se sentia como un niño pequeño que acababa de hacer una travesura. Revisando el precio finalmente, miro a la chica de reojo, aun manteniendo su expresion seria y de pocos amigos

-quiero dos, uno negro y uno gris- termino por decir entregandole el papelito de discucion. Habia sido divertido, si, divertido... para el mundo de Alexander, donde pocas cosas te hacen sonreir. Esperó a que sacara las prendas de su talla mientras revisaba su billetera. Hoy no compraria el famoso celular. Pero tampoco se quedaria con las ganas de seguir hablando con la peliblanca

-soy de otro pais, sabes donde mas puedo encontrar ropa de este tipo?- excusas, mas excusas

Para el ya era más que claro que ese chico intentaba seducirlo, que clase de excusa es "soy de otro país"? Si su acento parecía de lo más normal, pero seguiría con su engaño. Si le planteaban las reglas, Kaya siguiría el juego.

"Muchas gracias por la compra!" contesto "Y bueno, este tipo de ropa es exclusivo de la tienda, quizás pueda enseñarle más" rió.

ese enseñarle... va con doble sentido?? pensó un poco extrañado de que una chica pequeña hiciera tal tipo de... propuestas (?), ya que en Rusia no estaba acostumbrado a chicas asi, la mayoria eran de caracter frio y autoritario, iguales a el

-oh, ya veo- dijo mientras tomaba las bolsas y miraba a su alrededor. Se le habian acabado las ideas para seguir la conversacion y eso le estaba poniendo nervioso. Regresando su mirada y cara de nada a la peliblanca, agrego -llegué hace poco de Rusia, asi que traje conmigo poca ropa, pense que seria una estadia mas corta pero veo que no será asi- estiro su mano hacia ella, como lo hacian en su pais -soy Alexander, vendre seguido a comprar cosas. asi que no esta de mas que sepas mi nombre-

Por qué insistía en mantener una conversación?! Claro, no le molestaría si fuera un poco más mayor y en todo caso era... lindo. Quizás no sería tan malo que venga más seguido después de todo, mientras compre, ningún problema...

" Un gusto, soy Kaya, y bueno, si te vuelves un cliente frecuente supongo que en algún futuro nuestros servicios podrían nose... darte algún beneficio especial, je je" daba unas risitas suaves mientras se llevaba los dedos a los labios para rozarlos levemente.

ok... eso si es una provocacion pensó esta vez mutando su cara a una de WTF? Intento recuperar la compostura rapidamente, para luego cuestionarse que estaba haciendo ahi???
Desvio la mirada al recordar que habia entrado alli por su propia voluntad, y que por propia voluntad le habia hablado a Kaya

-que tipo de beneficios?- pregunto curioso, y es que como le podian decir eso en su primera visita! Ahora no podria despegarse de alli hasta saciar su sed de copuchentismo Ruso

"Ah ah ah, es secreto, se imagina si todos supieran cual es ese beneficio? Dejaría de ser tan especial" respondío, divirtiendose por la mutaciones que se formanban en su cara.
Pensaba que el tipo era serio, que sería un mayor desafío traumarlo.

Seguía riéndose solo, mientras miraba directamente a sus ojos.

-bueno, supongo que eso mantiene el interes y la curiosidad de los clientes- dijo tambien con la mirada fija en los ojos de ella, con una sutil sonrisa en los labios, sutil, muy sutil

-pero debo admitir que no me llama la atencion pequeña Kaya, nada que le llame la atencion al resto es de importancia para mi, significa que es comun y corriente, y yo prefiero las cosas exclusivas, o no tienen gracia- su expresion regresaba a la misma de siempre, quizas era su falta de tacto con las personas, pero en Rusia no estaba acostumbrado a tratar con amabilidad a la gente, y menos a callar lo q piensa. Dejo las bolsas a un lado y reviso su bolso, andaba con su chequera y su tarjeta de credito, asi que si podria comprar su celular

-bien, nos vemos otro dia- dijo encaminandose a la puerta.

"Exclusividad eh...." se limitó a decirselo a el mismo, un poco pensativo, mientras giró la cabeza hacia un lado.
Vió como se alejaba hacia la puerta, porfín se largaría y lo dejaría terminar este horrible día de trabajo, pero aun así, fue lo más rescatable que le había pasado en la semana. Nunca mantenía conversaciones con los clientes, en general se "portaba bien".

Antes de que se fuera logró gritalé (claramente sin pensarlo) : "Ey! Inivítame a comer un helado! Tengo hambre!"

Qué perdía con preguntar?

Se detuvo en seco al escuchar su voz . Me está ordenando hacer algo?? que se c... o esta pidiendomelo porque quiere salir de aqui? comenzo a pensar en silencio, con esa extraña y a veces intolerable mania de analizar todo. Se dio media vuelta para quedar frente a frente a Kaya una vez mas

-a que hora sales hoy?- pregunto con ello respondiendole a la peliblanco.

No, creo que hoy no quiero comprar el celular

"A las 5, y quiero uno muy grande!" se emocionó un poco, al punto de dar un pequeño saltito.

Era primera vez que le funcionaba el truco del helado gratis, siempre se lo negaban con excusas como "Eres muy pequeña" "Cómo se te ocurre?" "Esto será muy mal visto" o "Te voy a demandar si continúas siguiendome".

Miraba con una gran sonrrisa al chico, una mezcla entre dulce y malvada. Si hay algo que a Kaya le gusta mas que el flan son las cosas gratis.

Miró su reloj Rolex, son las 4:49, miró nuevamente a la chica, estaba a punto de salir del trabajo asi que decidio esperarla

-ves esas bancas fuera de la tienda? estaré alli, de ahi vamos a la heladeria del primer piso- sugirio pensando en como le habian convencido asi de rapido. Se percato de la sonrisa de ella, esa extraña mezcla en su rostro. Sin darle mayor importancia, ya que sabia a lo q iba aquella expresion, salio de la tienda y se sento en las bancas mirando el techo del centro comercial, hecho completamente de vidrio que dejaba entrar la luz del sol de atardecer que ya se comenzaba a apreciar.

Agitó la mano en signo de despedirse, y le dio la espalda rapidamente para hacer como que estaba realmente ocupado estos minutos de trabajo. Era una forma para mantener al chico en suspenso, ya que sabía perfectamente que lo observaba detenidamente desde las bancas.

Siguio con su mirada fija en el techo, siguiendo la luz que entraba y q formaba alargadas sombras a su alrededor. Se comenzo a preguntar que hacia ahi, esperando a la chica. Es verdad que era la primera vez que veia a otra persona con su mismo color de cabello, pero era para tanto como para quedarse ahi e invitarle a un helado?

uhm... ya da igual... pensó resignandose y mirando su reloj nuevamente. Ya eran las 5, asi que si no aparecia pronto se iba a comenzar a inquietar. Poca paciencia Rusa. Se quedo mirando la tienda fijamente, viendo a toda la gente que entraba y salia, rubios, morenos, pelirojos, peliverdes? uno que otro azul.... hasta que finalmente vio una cabeza blanca viniendo hacia el.